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El aceite de motor es un componente esencial en todos los automóviles. Sin él, el motor del coche se deterioraría en gran medida y, por ende, no podríamos disfrutar de la libertad de movernos donde queramos y cuando queramos. Es muy importante comprobar el nivel de aceite de forma periódica y cambiarlo cuando sea debido, escogiendo siempre aquel que sea más adecuado.

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¿Qué es el aceite de motor?

El aceite de motor es el líquido que se encarga de mantener refrigeradas todas las piezas que intervienen en la combustión y el funcionamiento del motor. Si falta aceite, el mecanismo se fundiría debido a las altas temperaturas y a la falta de lubricación. Esto se traduce en una avería para el motor que podría costarnos mucho dinero.

El aceite tiene la función de lubricar el motor y todos los elementos que forman parte de este. Hay que cambiarlo siguiendo las indicaciones del fabricante, que marcará el kilometraje máximo para cambiarlo. Sin embargo, si no dispones de información sobre el fabricante del vehículo, puedes consultarlo con tu mecánico, cambiarlo en períodos de máximo un año o cada 10 o 15 mil kilómetros. De todos modos, te recomendamos que compruebes el nivel del aceite de forma periódica. Lo puedes hacer con una varilla.

Por otro lado, el filtro del aceite también debe seguir un mantenimiento periódico. Este mecanismo es el encargado de filtrar el lubricante y retirar partículas metálicas e impurezas. Si no funciona correctamente, el motor podría fallar.

¿Cómo funciona el filtro de aceite?

El aceite de motor se reparte por todas las piezas del bloque para lubricar los diversos elementos y minimizar el roce entre las piezas. El aceite inicia el recorrido por la parte inferior del motor y es transportado al resto de piezas. Es muy importante que la filtración sea pura y no incluya elementos que puedan perjudicar la salud de nuestro vehículo y contaminar el engranaje.

Al rellenar el depósito del aceite, este se deposita al fondo del motor, concretamente en el cárter de aceite. Cuando arrancamos el motor y antes de emprender la marcha, el sistema de bombeo distribuye la lubricación por todas las partes móviles, habiendo pasado previamente por el filtro. Se recomienda cambiar el filtro a la vez que el aceite.

Dependiendo del tipo de aceite que utilices, este tendrá una duración mayor o menor, y será más o menos efectivo.

Tipos de aceite de motor

Existen dos tipos de aceite: los sintéticos y los minerales. Dependiendo del motor de cada vehículo se recomienda uno u otro. Lo ideal es utilizar el aceite que recomienda el fabricante o consultar la duda a un profesional de la mecánica para evitar posibles errores. Dentro de cada tipo, además, podemos encontrar diversas variedades, diferenciadas por la viscosidad y otros aspectos.

El aceite sintético cuenta con la ventaja de que contribuye a cuidar el motor del vehículo en cuestión. Esto se debe a que lleva añadidos una serie de aditivos y detergentes que mejoran aspectos como el encendido en frío, el mantenimiento del filtro o la liberación de impurezas.

Podemos ayudarnos del API, un indicar estándar que mide la calidad del aceite.

Otra cuestión importante es no mezclar aceites. A pesar de que no tiene por qué suceder nada grave, la viscosidad no sería la óptima. Por otro lado, también debemos tener en cuenta que la viscosidad debe adaptarse al uso del vehículo y las condiciones climáticas y del medio ambiente.