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Avances tecnológicos sobre los coches sin conductor
Son varias empresas de distintos sectores que están desarrollando planes para crear vehículos autónomos. Multinacionales del sector como Toyota, Mercedes o Ford están compitiendo para concebir el primer coche 100% autónomo. También se han sumado negocios emergentes como Uber, o grandes compañías tecnológicas como Tesla o Google.
Ya hace varios años que van saliendo prototipos dotados de sensores de detección de obstáculos y de ultrasonidos. Con antenas 4G y un ordenador a bordo, estos coches se autosugestionan y toman sus propias decisiones a partir de la información recibida.
En la actualidad, hay muchos avances y los coches sin conductor ya han recorrido miles de kilómetros. Pero todavía hay varios puntos a desarrollar para estar seguros de los resultados. Mapas cartográficos precisos, un cambio de legislación o infraestructuras inteligentes acordes a la tecnología de los coches autónomos son retos pendientes.
El paso a la conducción automatizada se hará de forma gradual, para que la sociedad vaya acostumbrándose a los coches sin conductor y gane confianza. Aún habrá que esperar unos años para que este tipo de coche esté al abasto de todos. En un futuro, los conductores podrán leer el periódico o contestar el correo electrónico sin preocuparse de lo que ocurra a su alrededor.
Ventajas de los coches autónomos
La principal ventaja de los coches autónomos es que pueden disminuir las muertes provocadas por accidentes de tráfico. Según las últimas investigaciones de la empresa Bosch, los sistemas avanzados de asistencia a la conducción, que son la base de la conducción automatizada, reducirán al mínimo los incidentes atribuidos a errores humanos.
Otra de las ventajas es que ayudarán al conductor en situaciones estresantes o tediosas como los atascos o el momento de aparcar. Los coches autónomos permitirán que el tráfico sea más eficiente, por lo tanto, se producirán menos atascos y ahorrarán combustible.
Retos de los coches autónomos
Cambiar la regulación del sistema de seguros para adaptarla a los coches autónomos. Se deberá consolidar una normativa entorno a los incidentes provocados por dichos automóviles. La idea más apoyada es que la responsabilidad recaiga en el fabricante y no en el conductor.
Desde la perspectiva legal, se deberá crear un nuevo marco jurídico donde se aclaren las obligaciones y responsabilidades del fabricante y del conductor en caso de atropello. Además, también se deberá estudiar el nivel de compromiso del fabricante si el coche tomara una decisión en contra del conductor.
El atropello mortal por parte de un coche autónomo de Uber en EE.UU el mes pasado ha planteado un gran debate. Se ha llegado a la conclusión que las grandes ciudades no están preparadas para convivir con este tipo de automóviles. En las urbes, los comportamientos son imprevisibles y es necesario adaptarlas y transformarlas para que puedan acoger coches autónomos. La prioridad es convertir los núcleos urbanos en ciudades inteligentes para que los coches autónomos puedan circular en ellas sin causar daños o deterioros.
No hay una fecha exacta para la implementación definitiva de este tipo de automóviles. Todo dependerá de los avances tecnológicos y de la seguridad y fiabilidad que puedan proporcionar.
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